Aspectos fundamentales del mantenimiento de calderas

Mantener en óptimas condiciones la caldera de tu hogar es imprescindible para su buen funcionamiento y la seguridad de todos los habitantes de la casa. Además, reducirás la factura de la compañía de suministro. Aquí vamos a darte unos consejos muy sencillos para contribuir a ello. Eso sí, ten claro que debes dejar en manos de profesionales autorizados las revisiones periódicas, las reparaciones y todos los aspectos más allá de estas recomendaciones. Puedes acudir a nosotros para el mantenimiento de calderas en Madrid, nos encargaremos de todo lo necesario.

1- Verifica todas las conexiones antes de poner en funcionamiento el aparato Puedes evitar averías innecesarias que requerirán llamar a un profesional para su reparación si te aseguras de que el aparato está enchufado correctamente y que los conductos de agua y gas presentan un buen estado. Solo entonces debes poner en marcha la caldera.

2 – Comprueba que la presión es la idónea Verifica que el indicador de presión del agua permanece entre 1,2 y 1,5 bares. Esta es la presión adecuada, no es recomendable que sea inferior, y por supuesto, no debe superarse. Si es inferior a la recomendada puedes girar la llave de llenado para modificarla. En el caso de que la presión sea superior a la requerida, puede disminuirse extrayendo agua a través de la válvula de purgado de los radiadores.

3 – Purga los radiadores Para que el calor se distribuya uniformemente y el rendimiento del sistema sea máximo, elimina el aire que sobra en el circuito mediante la válvula de purgado de los radiadores. Lo adecuado es hacerlo una vez al año en todos los radiadores, y también siempre que haga ruido alguno de ellos. Especialmente importante es hacerlo en los que suenan, puesto que es indicativo de que tienen mucho aire. Gira despacio la válvula con un destornillador para abrirla y utiliza un pequeño recipiente para que el agua no caiga al suelo. Espera mientras sale el aire y cierra la válvula en cuanto comience a salir agua. Antes de purgar los radiadores, asegúrate de que la caldera lleva apagada varias horas y que no se va a encender durante el proceso. Confirma que los radiadores funcionan correctamente tocándolos y comprobando que no tienen partes frías cuando la caldera esté en funcionamiento.

4 – Fija una temperatura razonable en el termostato Cuando mayor sea la temperatura que marques, mayor será el recibo del gas. Además, si la temperatura llega a ser demasiado baja, requerirá un gasto enorme llegar a una temperatura confortable. Para no disparar el gasto, lo mejor es no fijar una temperatura mayor a 23 ºC. Si vas a estar fuera de casa o durmiendo, la temperatura no debería bajar de 15 ºC.

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