26 Oct La evolución histórica de las calderas
La caldera es hoy una pieza fundamental para la rutina diaria en la mayoría de los hogares, pero como tantos ingenios que empleamos en nuestro día a día, no hace tanto que existe. ¿Te has preguntado cuál es su origen y cómo evolucionó a lo largo de la historia? Precisamente, como instaladores de calderas Vaillant con precios atractivos, nos enorgullece poder decir que contamos con los equipos de esta marca que ostenta un papel fundamental en el desarrollo de la caldera tal y como hoy la conocemos. No obstante, para llegar a ese punto haría falta pasar por distintas etapas.
El origen primigenio de estos aparatos que hoy tenemos en nuestras casas podemos ubicarlo en el contexto de la Revolución Industrial, a mediados del siglo XVIII. Es entonces cuando el ingeniero James Watt –por quien se dio nombre al vatio– desarrolla su máquina de vapor, abriendo por primera vez la puerta a la introducción de aparatos capaces de producir calor de forma autónoma y distribuirlo para toda una vivienda o edificio.
Entre los siguientes hitos podemos identificar la primera máquina preparada para calentar agua en el hogar de forma instantánea y a base de gas, prescindiendo de combustibles sólidos. La diseñó Benjamin Waddy Maughan en Londres en 1868 y la bautizó como ‘geyser’. ¿Cuál era su principal problema? Que no preveía la evacuación de los gases utilizados, de forma que resultaba peligrosa.
Aquí entra en juego el diseño del alemán Johann Vaillant de 1894, la que a menudo se considera como origen de la caldera a gas tal y como hoy la conocemos, que por vez primera permitía calentar el agua por un tubo cerrado sin exponer a los usuarios a los gases nocivos.
Paralelamente, en América se empezaban a desarrollar los calentadores con tanque de agua, que se consolidaron desde entonces como la opción preferencial en los Estados Unidos y otros países, frente a la preferencia europea por la caldera.
Mientras, Vaillant, fundador de la marca del mismo nombre que hoy nos suministra a ServClimat, también creó la primera caldera mural, acercándose así más a la eficiencia espacial a la que hoy estamos acostumbrados. Posteriormente al fallecimiento de su fundador, la empresa continuaría contribuyendo a desarrollar innovaciones que se estandarizaron hasta nuestros días, como la unión de calefacción y agua caliente sanitaria o la calefacción central.
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