08 Nov Principios básicos de seguridad en el uso de la caldera
Ahora que, con la llegada del frío, muchos hogares se adentran en la reparación o la instalación de calderas de gas en Madrid que les permitan disfrutar de las condiciones térmicas deseadas en todo momento, nunca está de más repasar algunos de los aspectos esenciales que rigen una utilización segura de estos aparatos. Si bien las calderas, especialmente las más modernas, están preparadas para ofrecer unas firmes condiciones de seguridad, resulta igualmente importante tomar una serie de medidas básicas para prevenir todo riesgo por pequeño que sea.
Así lo recordaba hace tan solo unos días en una comunicación pública el Cuerpo de Bomberos de Alcorcón. La institución incidía en la importancia de revisar minuciosamente una serie de elementos correspondientes al sistema de calefacción y agua caliente, incluyendo no solo la caldera sino también la propia instalación de gas y los radiadores.
En lo referido específicamente a las calderas de gas, algunos elementos cuyo estado se puede comprobar a primera vista incluyen la tonalidad de la llama cuando esta es visible: debe ser fundamentalmente azul, puesto que un tono amarillo o anaranjado es indicativo de algún problema en la combustión que puede estar relacionado con una fuga de gas. De igual manera, la aparición de manchas alrededor de esta zona aconseja una revisión urgente.
Como bien es sabido, el olor a gas es otro de los factores a los que estar atento; de hecho, se añade el aroma artificialmente para ayudar a detectar y subsanar cualquier escape lo antes posible. Ante la aparición de este característico olor, debe cerrarse la llave de paso del suministro inmediatamente y procurar la ventilación de la vivienda.
Por supuesto, desde ServClimat recordamos que la medida más importante a llevar a cabo para prevenir todos los problemas comunes que pueden darse en la instalación es contar con un servicio de revisión profesional: dos años es la frecuencia obligatoria para las calderas de gas, pero si es posible, mejor realizarla con una periodicidad al menos anual. De esta manera, mantendrás debidamente controladas las distintas variables a tener en cuenta y podrás tener la mayor tranquilidad a la hora de emplear un servicio básico como este.
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